VINOSDELATIERRA
Reducción de existencias
“El Marco del Jerez está perdiendo su carácter de espacio productivo centrado en la vitivinicultura para transformarse en un centro de embotellado y distribución logística de bebidas alcohólicas”
Existen interrelaciones fuertes entre las variables de los sistemas complejos. Estas y sus efectos permanecen activas aun cuando el decisor, voluntaria o involuntariamente, no las tenga en cuenta. Por ejemplo se utilizó una política de cupo de ventas necesario para cada campaña basada en la propuesta de FEDEJEREZ, y aprobada en el Consejo Regulador, de limitar la oferta global de vino puesto al mercado. Esta medida se presentó concientes “de la necesidad de apostar por la calidad como vía para ganar nuevos mercados y consumidores” y “en un nuevo intento de garantizar la rentabilidad de todos los operadores de la cadena, desde la bodega hasta el viñista”. Pero los cálculos en función de distintas variables daban “como resultado unas disponibilidades de cupo sectorial para el año 1 de 130.100 botas, con un déficit de necesidades de compra de los exportadores de 9.343 botas, que estarían cubiertas íntegramente por el cupo disponible por parte de los almacenistas (10.198 botas)”. Esto provocó un empeoramiento de la situación de las cooperativas al tener más dificultades para colocar sus mostos ya que al reducirse la oferta de vino comercializable las necesidades de mosto son menores. Esta circunstancia pone de manifiesto la existencia de objetivos múltiples y en conflicto entre los distintos elementos que conforman el sector del Jerez.
Entre las consecuencias derivadas de esta complejidad podemos mencionar: Las actuaciones para conseguir un determinado objetivo provocan problemas en otras áreas e incluso pueden no alcanzarse las metas deseadas. Como ya indicamos anteriormente, la disminución del cupo en cada campaña pretendía regular el mercado, es decir, impedir los excesos de oferta y la caída de los precios de venta en los principales mercados de exportación. Sin embargo, los precios no aumentaron y los excedentes se trasladaron a las cooperativas. Las principales bodegas deciden no comprar mosto a las cooperativas con objeto de hacer disminuir sus existencias; esto se haría a costa de un aumento en las que detentan las cooperativas.
Se defienden objetivos parciales perjudicando la consecución de las metas globales. Esto puede ilustrarse en la defensa de los objetivos de las principales bodegas del Marco, que en su afán de reducir existencias está poniendo en peligro la calidad de los productos ofrecidos. Todos los costes son proporcionales a la cantidad almacenada: compra de materias primas, evaporación, manipulación durante los años de envejecimiento, espacio ocupado, inversión en vasijas y costes financieros de las inversiones, entre otros, provocan una disminución de la rentabilidad. Ante las incertidumbres de subida de precios se comienza ha trabajar en la reducción de costes en producción. A ello responde no sólo la reducción de las existencias en las bodegas, sino también las alternativas productivas que se proponen; como los vinos jóvenes, de elaboración casi inmediata y con menores costes de inmovilizado que otros vinos, o la reducción del tiempo de crianza de los vinos de Jerez de tres a dos años donde la calidad de los vinos de Jerez nada gana. Como resultado el Marco del Jerez está perdiendo su carácter de espacio productivo centrado en la vitivinicultura para transformarse en un centro de embotellado y distribución logística de bebidas alcohólicas que genera menos empleo ya que las necesidades de trabajo quedan desvinculadas de la actividad productiva y dependen exclusivamente de los cupos de ventas asignados.
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